jueves, 4 de junio de 2015

Dejaste de respirar

Montes de Toledo. R.Garanda
                                                       (Nov.2013)
Oí como dejaste de respirar,
no sé si tú me estabas oyendo,
no lo sé.
Yo te hablaba,
sabía que te ibas
y te hablaba.


Te dije que podías irte sonriente,
que todo estaba bien,
que tú ya habías cumplido 
suficiente.

Que nosotros estábamos bien,
te dije, ¿y tú?,
te pregunté.
Y tú, ¿llegaste a tu estación?.
No sé si me oíste,
solo respondió
esa difícil respiración.

Yo creo que no.
el deseo no sirve,
desde dónde tú estabas
ya no se oye,
ya no se habla,
ya no se vive.

Dejaste de respirar
y yo lo oí,
oí que dejé de oírte.
No sé si supiste
cuánto tengo de ti.
Yo no lo sabía,
ahora si.
Nuestros sueños,
nuestro cansancio,
nuestra impaciencia,
nuestros genios.

No había más,
no lo decías, pero sabías que no,
y no había espacio para el empeño.
Yo sé ahora que tú sabías
que todo estaba aquí,
por eso tu cabreo,
¡es tan poco para un sueño!.

Y da igual. Cansancio.
Sé que no me oíste,
pero yo te hablé
hasta que oí que dejé de oírte.
No me despedí,
estábamos los dos solos
y no me despedí,
da igual. Cansancio.
No sé si me oíste,
no sé si te hablé,
da igual,
estas en el Paraíso de Mi Memoria
y ahora te quiero
sin saber si te quise.
Ahora, que tal vez,
ya sea tardía esta gloria..

No hay comentarios:

Publicar un comentario