No
sabe de flamenco
este poeta,
pero
sí sabe la guitarra
vieja y nueva
rogando
en rincones oscuros
que tus manos la muevan
con
la inventada calma
de quien supo romper
del
flamenco
el molde del alma.
El
dolor de la guitarra
ya tiene fecha,
ya tiene nombre
ya tiene nombre
lanzado al corazón,
con flechas
con flechas
de los hombres
del canto, del flamenco.
Nunca el duelo
del canto, del flamenco.
Nunca el duelo
fue tan verdadero,
al dolor de la guitarra
al dolor de la guitarra
le tocó su momento.
Más corto tendría que haber sido
Más corto tendría que haber sido
este Febrero.
(Porque
te fuiste pronto
en
un mal rato
y
quedaron los duendes
llorando
en los ojos
de
esos flamencos ingratos).
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