![]() |
Parece
un recorrido corto este,
en
Arroyo mis juegos,
marcando
la subida
desde
allí, de lejos,
clara,
contundente, fuerte,
sin
saber cuándo de verdad
llegas
a la cumbre.
Y
luego lento miras
abajo,
quieres
bajar lento,
muy
lento esa montaña
porque
en el valle
solo
te queda mirar atrás,
arriba,
tratando
aún de saber
dónde
estuvo la cima.
Parece
un recorrido corto este,
escaso
para
mezclar los cambios
del
sueño al hecho,
del
deseo al imposible,
del
logro al parcial fracaso
de
dónde no llegamos,
de
dónde no medimos los pasos
ni
amamos.
Parece
un recorrido corto este,
pero
suficiente para desear,
ansiar,
lamentar,
asumir,
crecer
y creer.
Corto
para soñar
excesivo
para vivir,
justo
para envejecer.
No
hay mapas,
tampoco
hitos
que
señalen las cumbres
ni
los valles que atravesemos
entre
silencios y gritos.
Los
ríos manaran
tras
nuestras huellas andadas.
La
ruta no está marcada,
su
tamaño no está escrito
ni
la calidad del sendero.
Tendrá
que ser tu mirada,
tu
palabra, tu sonrisa
y
el gesto certero
la
forma de indicar
que
has entendido el rito
que
nos permitirá ir pensando
si
la fruta de la ruta ha sido escasa
o
se excedió el frutero
para
un camino tan finito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario