viernes, 2 de enero de 2015

Silencio Luna

Fotografia de J.L. Romero
Calla luna,
no cuentes al mundo lo que sabes
lo que cada noche ves
cada vez que te asomas
entre esas nubes.


Calla luna, guarda silencio
sobre esos amores secretos
que se ocultan en el bosque,
en el callejón, en las plazas
oscuras de la noche.

No cuentes, luna,
el movimiento de esos aceros
hacia los corazones que tú iluminas.
Los cuchillos que anticipó Federico,
antes de que iluminaras su pecho,
y que aprovechan tus rayos certeros
para encontrar el daño
eterno de las heridas
ocultas en otros lechos..

Silencio luna,
no descubras los secretos,
los pocos que aún quedan
entre los arbustos
o en las arenas,
piedras rodadas, rozadas, erosionadas
por el eterno salado baño,
o en las ciudades,
con las cartas marcadas
por los tiempos del engaño.

Calla luna,
no otorgues lo que te pidan,
sigue tu camino
buscando otra oscuridad,
otras traiciones,
otros destinos
de secretos romances,
otros aún enteros corazones
en el otro lado de la vida.

Calla luna,
no adelantes nuestras glorias
ni descubras nuestros infiernos,
no nos condenes
a la evidencia de nuestras tristezas
y bobas sonrisas encubridoras
del derecho sempiterno
que nos permite dudar.
Sin ti, luna, la oscuridad nos ayuda
a mentir y soñar con una belleza
que tú te empeñas en anular.

Ocúltate luna,
devuelve la oscuridad
a la noche
y no hagas el derroche
de una equivocada lealtad
a éste hombre,
cansado de mentir, callado por callar,
cómplice del crimen
cotidiano, eterno, predecible
de matar, silenciar,
arrojar la oculta verdad
a dónde tú no llegas, luna,

a la mayor profundidad de la mar.

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