Hoy he visto
a la mujer invisible.
Me olvidé de las gafas
oscuras de la ignominia
y la he visto
fantástica, real,
fantástica, real,
irresistible.
Pasó ante mis ojos
ligera, sabia,
dominadora y dueña
del medio mundo
que a mí se me escapa.
Nostálgica y risueña
equilibrando sobre el hilo
maduro y rotundo
que la experiencia enseña.
Iba por la vida,
como siempre, tan entera
que sólo es posible
que una machista ceguera
pueda hacerla
inverosímilmente invisible.
Hoy he visto a esa mujer
De poder indiscutible.
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