Armada,
montada,
estratégicamente
estructurada la idea
ya queda
tiempo para el descanso,
no se
necesita nada más.
O sí.
El
Universo entero en su tracción
se mueve
más y nadie llora,
pero tu
duda, la mía
con
reproches de traición
en esta
civilización falsa
No hay
libertad,
ni antes
ni ahora,
que no
me permita ser libre
en el
debate eterno y noble
que mi
espíritu añora
para
cambiar por junco
el roble
y asumir
la doblez,
la
inseguridad de la duda,
el error
doble
de haber
errado
y seguir
confiando
en el
mismo estúpido molde.
Quiero
una libertad
que me
permita el deseo sublime
de ser
libre cada día
cada
instante, de verdad.
traicionando
yo mi anterior minuto
mi
anterior misión
mi
anterior lealtad.
Porque
no puede ser traición
cambiar
para seguir siendo libre.
O para
serlo.
Cuándo
ya no recuerde
este
instante
quiero
conocer ese momento
sin la
traición del recuerdo
ni el límite
del pensamiento
en cada
tiempo.
Quiero
pensar que no hay traición
en no
sentir el recuerdo
como una
cadena imprescindible
y fija.
Quiero
que el tiempo no me someta
a la
manija
exacta
del fijo pensamiento.
Cuándo
ya no recuerde éste instante
quiero
ser libre
en el
nuevo que me toque.
Ricardo Garacia-Aranda Rojas
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