miércoles, 13 de mayo de 2015

ELLA



La conocí el 7 de Setiembre de 1972 y me puse a buscar cadenas. No fue fácil, pero las encontramos cuándo los dos nos pusimos a ello. La Libertad era y es otra cosa.
Ya éramos razón y heridas, y ni una sirve siempre ni las otras se curan siempre igual.
En aquella primera vida yo escribía:
No me bastan estas horas de aquí
              ni estos versos:
Pensamientos.

No me basta la música
              ni las euforias:
Momentos.

No me bastan las palabras
             cuándo estoy lejos de ti:
Lamentos.          

Ella estuvo siempre ahí, incluso cuándo no estaba.
Ella fue poesía en la ausencia, en la distancia. Lo es ocupando el aire que yo respiro.
Y lo fue cuándo el cuchillo romo se clavó en su pecho.
 Lo venció y yo con Ella.
.
Razón y heridas seguimos siendo y las cadenas resisten. El tiempo las debilita, pero ya nosotros tiramos menos y no hay lamentos de distancia.

Ella sigue siendo y sigue estando.



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