amigo,
y tú
preparas el equipaje
porque
dices que te vas.
Hazlo
conmigo,
ayúdame
a repararla,
a
salvar los destrozos
de
esta orda salvaje,
y luego
vete dónde quieras
con
tu patria,
amigo.
Ayúdame
a colocar los libros,
a
completar el botiquín,
a
tapar las grietas
y
luego vete dónde quieras,
lejos
o cerca de aquí,
con
tu gente,
con
tus amigos,
amigo.
Ayúdame
a restablecer los sueños,
los
nuestros,
cuándo
íbamos sin bagaje,
aquellos
en los que un día
nos
salvábamos venciendo
a
esta ya antigua orda salvaje,
siguiendo
la estrella
de
nuestra Utopía.
Ayúdame,
amigo,
una
vez más,
a
quitar de estas paredes
los
forzados crucifijos,
y
pintarlas de tonos alegres,
para
que alegre sea
la
vuelta de los ausentes hijos
a
la casa destrozada.
Ayúdame,
amigo,
aseguremos
los puntales
que
con el vibrar del murmullo
a
duras penas resisten
los
muros
que
en tiempos fatales
tú
allí y aquí yo,
y
otros y otras
con
revolucionario orgullo
construimos
para ellos.
Ayúdame
y luego vete dónde quieras
como
quieras,
con
tu gente, con tu patria,
con
tu estrella…
Y
si al final,
ya
con la casa reconstruida,
salvados
los daños
del
fantasmal linaje
te
vas, ya ves,
yo
te despediré
en
un laico homenaje
con
el dolor de un amigo
que
no te supo convencer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario