y
en la sombra del valle
Si
en las casas está la sangre
saquemos
el grito a la calle,
y
que la voz más fiera maldiga
esta
mugrienta plaga
que
pegándose a la piel
provoca
la arcada
impotente
de hiel.
Dónde
está el sumidero
de
los machos cuchillos
de
cobardes recursos.
Dónde
ése estercolero
que
recoja la cobardía
de
los no-amante, reclusos
de
almas podridas
por
nefastos deseos,
por
tanto ego y posesión baldía.
Algún
día esa mujer
despertará
de su vida cautiva
y
verá, en las soñadas llamas
del
volcán, los sádicos demonios
abrasando
la infamia
que
le ocultó la paz de los mil años,
que
le arruinó la vida
en
un eterno insomnio.
Algún
día esa mujer herida….
Magnífico alegato contra la violencia machista. La violencia de género es un eufemismo incapaz de describir tanto horror. El poema sí.
ResponderEliminarMagnífico alegato contra la violencia machista. La violencia de género es un eufemismo incapaz de describir tanto horror. El poema sí.
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