sé
que he vivido,
porque
sueño
sé
que he soñado,
y
ahora quiero contarlo.
huracanes,
olas
imparables
cruzando
oceános,
continentes,
y
ahora en la playa siento
que
el recuerdo de la lucha
no
es mal aliciente.
Conocí
el perfil fatal
del
buitre humano
prepotente
ególatra,
material
presumidor
de mundano,
ufano
agresor
de
los sueños encerrados
en
cualquier ideal.
Pero
no es mi edad la justa
para
dejar de luchar,
así
nunca
los
poetas se rindieron,
ahora
que mi sique apunta
las
cosas que el azar
me
fue colocando en la ruta
sé
que hay sueños que se cumplieron.
Soñé
con luchar
y
con vivir
y
aquí estoy,
encontré
el lugar
a
mi manera,
y
aún me queda,
carajo,
no me puedo quejar
que
esto no es una despedida,
es
un simple receso
para
continuar mis sueños,
mirando
en el espejo
mientras
ando este sendero
ya
pequeño
que
apura mi jornada
de
caminante viejo.
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