Fotografia de J.L.Romero |
Del alma al suelo hay poco
recorrido.
Como del miedo al silencio del testigo,
como del sueño a la verdad,
como del recuerdo al mismo fatal
indeseado y rotundo olvido
Del alma al mundo,
del suelo al silencio,
hay poco recorrido.
Podría haber más
si nuestro alma fuera real
y no el entrelazado de fibras
nerviosas
inestables, a veces inertes,
que nos acobardan en vida
y más ante la muerte.
Del alma al silencio
podría durar más el camino
y hacerse hasta infinito
si fuésemos estirpe del héroe
soñado,
si pudiéramos defender a gritos
el gran deseo amado,
de marcar distancia,
tan solo una vez,
entre lo que somos
y lo que quisimos,
deseamos,
ansiamos
SER.
Del alma
al silencio del suelo
hay poco recorrido,
un palmo nos separa.
Pasamos de la individual fama
al colectivo duelo
sin saber si algo de verdad
se ha cumplido
o todo es
NADA.
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