A salto de
horizontes,
de puerto
en sueños,
abandono
el corazón oro caliente
y, jugando
el azar
conmigo,
asumo
valiente
el poder
del fierro color
de los
picos que traspaso,
y respiro
la humedad de la Mar.
Respiro.
A salto de
horizontes,
de puerto
en sueños,
desde
Casabas, allí dentro,
a ésta
luna persigo,
Y la
reencuentro
multiplicada
por millones
en los
rebordes inquietos
de esta
Mar,
en sus
rincones.
A salto de
horizontes,
de puerto
en sueños,
veo a esta
Luna
cumplir el
rito
de olvidar
su nombre en el camino
al pie de
esas tierras
que se
elevan hacia ella
marcando
su rumbo,
su destino
de rozar su cuerpo
con sus
potentes picos,
más
jóvenes que el mundo
mas viejos
que el humano recuerdo.
Saltando
los horizontes,
de sueño
en sueño llego
al Puerto
de mis deseos,
llenando
en mi viaje
esta Mar
de Luna
y esta
Vega de viñedos.
Ricardo
Garanda Rojas (@rgarciaaranda)
En Puerto
de Vega, 7-9-2014.
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