Un cuchillo romo
se ha clavado en tu pecho
y a mi me duele
Todo.
Es tuyo el pecho
el cuchillo romo
y el dolor.
Es tuya la angustia
y el miedo
y el sufrimiento,
pero a mi me duele
Todo.
A dentelladas te sacaría
ese nódulo maldito
que injustamente
te maltrata
y marca el rito
de esa lucha
vieja, repetida,
sofocante y maldita
que te duele a ti
Y a mí.
Somos tú y yo,
el mismo cuerpo,
el mismo pecho,
el mismo dolor,
el mismo cuchillo romo.
Tú lo sufres,
yo lo siento,
tú lo tienes,
para mí lo quiero.
Ahora también,
más que nunca,
el amor fusiona.
Es nuestro derecho,
somos tu y yo,
tu cuerpo y yo,
el mismo dolor de plomo
en este único pecho
atravesado
por este maldito cuchillo romo.
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